La iniciativa «La Belleza es Biocultural» busca resaltar la conexión entre la cultura y la naturaleza mediante murales que adornan la Zona Verde de la COP16. Estas obras de arte representan la biodiversidad del Pacífico colombiano, con especial enfoque en su fauna, flora y tradiciones. La propuesta es una expresión del vínculo profundo entre las comunidades locales y su entorno, promoviendo la protección y valoración de este legado biocultural.

El ministro de Cultura, Juan David Correa, destacó que esta iniciativa nace de la creatividad y el esfuerzo de artistas y gestores culturales locales: «A través del arte y de ocupar los espacios públicos con belleza y vida, se fomenta el cuidado del medio ambiente, reforzando la idea de lo biocultural como una manera de proteger lo que somos».
El proyecto moviliza a colectivos de arte, comunicación y escenografía, quienes lideran actividades en la COP de la gente, un espacio alternativo y participativo que se desarrolla de forma paralela a las negociaciones oficiales. Según Patricia Pardo, gerente de Casa Ternario, el objetivo es claro: «Queremos mostrarle a Cali y al mundo que el Pacífico colombiano es biocultural, un reflejo de la rica diversidad natural y cultural que nos define».
Esta propuesta se suma a la vasta agenda del Ministerio de Cultura dentro de la COP16, la cual incluye más de 280 eventos en 25 escenarios, enfocándose en la promoción de la biodiversidad y la cultura local.
La Zona Verde de la COP16, un espacio interactivo y cultural al aire libre, ofrece una alternativa festiva al rigor de las negociaciones internacionales. Con música, danzas tradicionales y exhibiciones de productos artesanales, esta área ha atraído a miles de personas que buscan celebrar la biodiversidad y aprender sobre la importancia de su conservación.
En esta zona, se destacan elementos visuales como grandes murales de loros verdes y delfines rosados, mientras que los visitantes pueden comprar productos locales como café de comercio justo, artesanías y bebidas tradicionales como el Viche. Además, el programa incluye eventos dedicados a los derechos de mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y afrocolombianos, subrayando la necesidad de una justicia ambiental inclusiva.

María Ruiz, una artista presente en la zona, expresó: «La COP16 marcará un antes y un después en la forma en que la gente percibe y cuida el planeta. A través del arte y la cultura podemos sensibilizar sobre la importancia de la biodiversidad».
La cumbre, que cuenta con más de 23,000 participantes de 150 países, se ha convertido en un foro clave para discutir acciones concretas que ayuden a preservar la naturaleza. El impacto de la Zona Verde va más allá de lo simbólico, inspirando a las personas a tomar medidas reales para proteger el medio ambiente.




