El Partido Liberal del Tolima enfrenta un periodo de tensión marcado por la potencial pugna entre los hermanos Jaramillo, Mauricio y Guillermo Alfonso, en la carrera hacia la Gobernación del departamento. Esta situación se agrava con la influencia de Olga Beatriz González, la única representante liberal en la región, quien ha adoptado posturas alineadas con el gobierno de Gustavo Petro, complicando aún más la cohesión interna del partido. Mauricio Jaramillo Martínez, actual líder del Partido Liberal en Tolima, ha manifestado su interés por postularse nuevamente a la Gobernación. Sin embargo, su principal preocupación radica en que su hermano, Guillermo Alfonso Jaramillo, actual ministro de Salud, podría también lanzarse a la contienda respaldado por el petrismo. Se rumorea que Guillermo ha comenzado a sondear su candidatura durante sus visitas a diferentes municipios, lo que ha creado inquietud en el equipo de Mauricio por el posible impacto negativo que esto tendría en su campaña.
Las divisiones causan tensión entre el jaramillismo en el Tolima
La influencia de Olga Beatriz González es crucial en este conflicto. Su acercamiento a sectores del petrismo y su respaldo a Guillermo Alfonso han debilitado la autoridad de Mauricio Jaramillo dentro del partido. Algunos analistas consideran que esta situación podría permitir que el petrismo tome el control de la cabecera departamental, especialmente dado que González ha mostrado posturas alineadas con las políticas de Petro, desafiando la línea oficial del liberalismo bajo César Gaviria.



El distanciamiento entre Mauricio y Olga es evidente, y esto ha llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad de una nueva candidatura de Mauricio a la Gobernación. Sus seguidores han comenzado a culpar por la crisis actual del partido, argumentando que su hermano y Olga podrían ser responsables de su fracaso en las elecciones pasadas. La gestión de Olga en la alcaldía de Ibagué, donde ha asumido compromisos para obtener recursos del Gobierno Nacional, ha dejado a Mauricio en una posición desfavorecida en la agenda política.
Pese a la situación la representante a la cámara, continúa trabajando de la mano de la alcaldesa de Ibagué.
Además, la alineación de Olga Beatriz con el petrismo ha evidenciado un quiebre en el liderazgo liberal, debilitando la base electoral de Mauricio Jaramillo. La promoción de una agenda que prioriza los intereses del Gobierno Nacional ha contribuido a consolidar la influencia del ala petrista dentro del partido, alejando aún más a Mauricio de su aspiración de controlar el liberalismo en Tolima. Con las próximas elecciones a la vista, la situación entre los Jaramillo y Olga Beatriz González pone en juego el futuro del Partido Liberal en la región. La incertidumbre sobre quién será el candidato a la Gobernación y cómo se resolverá esta disputa interna podría tener repercusiones significativas para la política del Tolima en los próximos años.



