La Comisión Europea quiere tener su propia célula de inteligencia

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

La Comisión Europea ha anunciado que está considerando la creación de una célula de inteligencia propia, dependiente directamente de la presidenta Ursula von der Leyen. Esta propuesta busca fortalecer la capacidad de análisis y respuesta ante los desafíos geopolíticos que enfrenta la Unión Europea. Sin embargo, la iniciativa ha generado reacciones mixtas dentro del bloque, ya que actualmente existe un órgano encargado de tareas similares bajo la autoridad de la alta representante para Política Exterior, Kaja Kallas.

Según fuentes del Ejecutivo europeo, el proyecto se encuentra en una fase “muy embrionaria” y su objetivo no es sustituir las estructuras de inteligencia existentes, sino complementarlas y mejorar la coordinación entre los diferentes servicios. La intención principal sería ofrecer a la Comisión una herramienta interna que le permita disponer de análisis propios, rápidos y adaptados a sus necesidades políticas y estratégicas.

Esta propuesta surge en un contexto de creciente complejidad internacional, marcado por tensiones geopolíticas, amenazas híbridas y desinformación. Bruselas considera que contar con una capacidad de inteligencia propia permitiría reforzar la autonomía estratégica de la UE y ofrecer una visión más integral en la toma de decisiones, sin depender exclusivamente de los servicios de los Estados miembros o de terceros países.

No obstante, la idea ha despertado reservas entre algunos gobiernos europeos y funcionarios comunitarios, que temen una duplicación de funciones y una posible competencia con el sistema de inteligencia ya operativo bajo el Servicio Europeo de Acción Exterior. Además, preocupa que una nueva estructura pueda generar tensiones institucionales y fragmentar la cooperación entre los países miembros en temas sensibles de seguridad.

Desde la Comisión se insiste en que la nueva célula no busca invadir competencias nacionales ni sustituir a los servicios de inteligencia de los Estados miembros, sino servir como un punto de convergencia de información y análisis que beneficie a todas las instituciones europeas. De concretarse, su creación implicaría definir claramente sus competencias, fuentes de información y mecanismos de supervisión para garantizar transparencia y eficacia.

En definitiva, la iniciativa de Ursula von der Leyen refleja el interés de la Comisión Europea por dotarse de mayor independencia en materia de seguridad e información estratégica. Aunque todavía en una fase inicial, la propuesta abre el debate sobre el papel que debe desempeñar la Comisión en el ámbito de la inteligencia y hasta qué punto la Unión Europea está dispuesta a avanzar hacia una estructura más integrada en materia de defensa y seguridad.


Compartir en

Te Puede Interesar