La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un pronunciamiento en el que manifestó su preocupación por el deterioro del ambiente institucional y las tensiones políticas que se viven actualmente en Estados Unidos, en especial por los ataques y presiones públicas hacia el sistema judicial. Según el organismo, estas acciones ponen en riesgo la independencia de los jueces y pueden debilitar la confianza ciudadana en el Estado de derecho, uno de los pilares fundamentales de la democracia.
El comunicado de la CIDH, con sede en Washington, hace referencia al creciente discurso de deslegitimación que se ha observado en torno a decisiones judiciales de alto impacto, muchas de ellas relacionadas con procesos políticos y electorales. El organismo instó a las autoridades estadounidenses, tanto del poder Ejecutivo como del Legislativo, a garantizar que el funcionamiento del sistema judicial se mantenga libre de interferencias, ataques personales o presiones externas que puedan alterar su autonomía.
La entidad también recordó que Estados Unidos, como miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA), tiene la obligación de respetar los estándares internacionales en materia de derechos humanos y separación de poderes. En ese sentido, la CIDH pidió fortalecer el diálogo institucional y promover un clima de respeto hacia las decisiones judiciales, independientemente de las posturas políticas. El pronunciamiento fue interpretado como una advertencia sobre el impacto que las tensiones internas podrían tener en la credibilidad democrática del país ante la comunidad internacional.
