La campaña por la vida de Emily

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Angie Castro, madre de Emily.

El Hospital Federico Lleras Acosta fue testigo de un momento lleno de emotividad y esperanza, cuando uno de los trece niños que reciben tratamiento contra el cáncer en la institución tocó la campana como símbolo de victoria.

Reconstruye

Este gesto conmovió a todos los presentes, quienes aplaudieron con alegría y renovadas esperanzas de vida. La madre de la niña, Angie Nathalia Castro, dirigió unas palabras a los asistentes, destacando la importancia del amor, la fuerza de voluntad, la fe y la atención médica en la recuperación de su hija. Con lágrimas en los ojos, expresó su confianza en que su hija volverá a correr, jugar y estudiar. La historia de Emily comenzó cuando tenía solo cuatro años, ingresando al hospital por un ganglio inflamado. Tras un mes de hospitalización, recibieron la noticia que cambiaría sus vidas, Emily tenía cáncer. Para la familia, especialmente para Angie Nathalia, quien provenía de un municipio cercano, la noticia fue devastadora.

Adversidades

A pesar de las duras quimioterapias y los efectos secundarios que Emily experimentó, como desvanecimientos y pérdida de cabello, la familia recibió el apoyo constante de la institución y diversas fundaciones. Angie Castro se aferró a su fe y al apoyo de los médicos, encontrando fuerzas para seguir adelante en la lucha contra la enfermedad. El toque de campana representa la culminación de un arduo camino para el paciente oncológico y su entorno. Para Emily, este momento marcó el inicio de una nueva etapa: regresó a clases, comenzó primero de primaria y disfruta de la vida junto a su familia y amigos. Angie Castro comparte su experiencia como un mensaje de esperanza para otras familias que enfrentan situaciones similares.

Superar el cáncer es símbolo de esperanza.

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