El reciente informe de RADDAR destacó que el poder adquisitivo en América Latina se fortaleció en mayo gracias a una inflación más baja, que permitió a los hogares redistribuir mejor sus gastos y priorizar categorías menos esenciales. El reporte subrayó que, durante ese mes, la inflación anual en la región se ubicó en 2,54%, lo que significó que la variación del gasto real, es decir, las cantidades adquiridas, superó la del gasto corriente, asociado al dinero desembolsado. Esto evidenció que los precios disminuyeron y los consumidores aprovecharon para aumentar su nivel de compra sin incrementar el presupuesto.
En este escenario, tres sectores marcaron la pauta: transporte, vestuario y calzado, e información y comunicaciones. La reasignación del gasto hacia estas canastas demuestra cómo los hogares latinoamericanos están adaptando sus decisiones de consumo a un entorno más favorable de precios, consolidando un comportamiento que refleja mayor confianza en la economía.
Transporte lidera entre las canastas más dinámicas
Dentro del transporte, los países que reportaron una dinámica más positiva en su poder de compra fueron Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y El Salvador. Costa Rica encabezó con un gasto real del 10,85%, mientras que Guatemala registró un 6,67% y República Dominicana un 4,93%, cifras que reflejan una sólida capacidad para aprovechar precios estables en este rubro. Incluso en naciones como El Salvador y Ecuador, donde los resultados fueron negativos en términos corrientes, los hogares lograron mantener cierto nivel de acceso a bienes y servicios relacionados con movilidad.
Vestuario y telecomunicaciones, claves en el consumo
El vestuario y calzado mostraron un comportamiento favorable en países como Panamá, Costa Rica y República Dominicana, donde los precios bajos y las promociones facilitaron un mayor volumen de compras. La resiliencia de este rubro permitió que los consumidores ampliaran sus adquisiciones sin comprometer otros gastos esenciales, consolidando así su lugar entre las canastas más dinámicas.
En telecomunicaciones, la entrada de nuevos competidores y la mejora en la infraestructura derivaron en una guerra de precios sostenida, lo que redujo significativamente los costos al consumidor. Además, los avances tecnológicos y una mayor inversión contribuyeron a mantener tarifas accesibles.
Colombia mejora su poder adquisitivo en mayo
En el caso colombiano, el gasto real en mayo alcanzó el 6,18%, mientras que el gasto corriente se ubicó en 4,59%. Este diferencial demostró que los hogares colombianos aprovecharon el descenso de precios para ampliar sus consumos en transporte, vestuario y comunicaciones, fortaleciendo su poder de compra y reflejando una tendencia de recuperación económica en comparación con meses anteriores.




