La BBC atraviesa una de sus crisis financieras más graves de las últimas décadas. Según un informe reciente de la Comisión de Cuentas Públicas del Reino Unido, la cadena pública perdió alrededor de 1.400 millones de dólares entre abril de 2024 y marzo de 2025, principalmente por dos motivos: el aumento en el impago del canon televisivo y la creciente cantidad de hogares que declaran que ya no necesitan una licencia para consumir sus contenidos.
Evasión en máximos históricos
El informe revela que la evasión del pago de la licencia alcanzó niveles récord, superando el 12%. Esta tendencia dejó a la corporación sin cientos de millones de dólares que antes formaban parte estable del presupuesto anual. Las autoridades advirtieron que la BBC ha perdido capacidad para garantizar el cobro efectivo, pese a haber incrementado las visitas a domicilios para verificar el cumplimiento.
Menos hogares pagando
Otro factor crítico es el cambio en los hábitos de consumo. Más de 3,6 millones de hogares británicos aseguran que ya no necesitan una licencia, ya sea porque no ven televisión en directo o porque consumen contenidos principalmente a través de plataformas de streaming. Esta cifra crece cada año y refleja un desinterés creciente por el modelo tradicional de televisión pública.
Resultados decepcionantes en la recaudación
Aunque la BBC intensificó las inspecciones domiciliarias para detectar impagos, los resultados no fueron los esperados. El aumento de visitas no se tradujo en pagos adicionales ni en un repunte de acciones legales contra quienes evaden el canon. Incluso las persecuciones por impago disminuyeron, lo que evidencia que el sistema de cobro está perdiendo eficacia.
Un modelo de financiación en crisis
Las pérdidas multimillonarias reabren el debate sobre la sostenibilidad del financiamiento de la BBC. El canon televisivo sigue siendo su principal fuente de ingresos, pero el descenso en el número de contribuyentes y la dificultad para hacer cumplir el pago han puesto el modelo en entredicho.
Parlamentarios y organismos públicos coinciden en que la fórmula actual está desactualizada frente a la transformación digital del consumo audiovisual. La BBC enfrenta la necesidad de replantear su estructura de financiación para evitar un deterioro mayor de su capacidad operativa.
El desafío generacional
La caída de ingresos no solo es un problema económico, sino también cultural. Las generaciones más jóvenes consumen cada vez menos contenidos tradicionales de la BBC y prefieren alternativas digitales privadas, lo que hace aún más difícil justificar el pago obligatorio de una licencia.




