La caída del gobierno sirio representó un giro inesperado en la guerra civil que ha asolado al país desde 2011. Fuentes confirmaron que Bashar al-Assad huyó rápidamente a Rusia tras el colapso de su régimen el domingo.
El lunes, personal de la embajada de Siria en Moscú izó la bandera rebelde, un símbolo de la oposición al régimen de Bashar al-Assad, después de que las fuerzas rebeldes tomaran el control de Damasco el fin de semana.
La caída del gobierno sirio representó un giro inesperado en la guerra civil que ha asolado al país desde 2011. Fuentes confirmaron que Bashar al-Assad huyó rápidamente a Rusia tras el colapso de su régimen el domingo.
Aunque la embajada sigue operativa, según informaron los servicios de seguridad rusos, el gesto de izar la bandera rebelde refleja el cambio de poder en Siria y la creciente influencia de los opositores al gobierno de Assad.
En Damasco, la caída del régimen desató celebraciones entre los ciudadanos. Miles de sirios salieron a las calles para festejar, con combatientes de la oposición desfilando en tanques y disparando tiros al aire en señal de victoria. Los residentes vitorearon y levantaron pancartas de paz, mientras los ecos de la guerra civil que devastó al país desde hace más de una década parecían dar paso a una nueva etapa.
Este suceso marca un capítulo crucial en la historia reciente de Siria y refuerza la complejidad de las relaciones internacionales, especialmente con Rusia, un aliado clave de Assad en el conflicto.