La naturaleza nunca deja de sorprender, y la Costasiella kuroshimae es prueba de ello. Popularmente conocida como la babosa de mar “Shaun la Oveja”, este pequeño molusco mide apenas 8 milímetros y fue descubierto en 1993 en Japón. Su tamaño es minúsculo, pero su apariencia y sus capacidades biológicas la han convertido en una sensación de la ciencia y las redes sociales.
Una criatura que parece salida de una caricatura
Lo primero que llama la atención es su diseño natural. Su cara blanca, sus ojos negros y sus rinóforos —estructuras sensoriales— parecen pequeñas orejas de oveja. Esa combinación le da un aspecto casi idéntico al personaje animado «Shaun the Sheep».
Además, su cuerpo está cubierto de ceratas verdes, que asemejan hojas diminutas y reforzan aún más su estética tierna y peculiar. Es un organismo tan encantador que muchos dudan que sea real la primera vez que lo ven.
Transición: Pero la ternura es solo la primera sorpresa
Aunque su apariencia acapara miradas, lo realmente asombroso es lo que ocurre dentro de su cuerpo. Aquí es donde esta babosa marina pasa de ser adorable a ser científicamente extraordinaria.
El superpoder que la hace única: la cleptoplastia
La babosa de mar “Shaun la Oveja” posee una habilidad muy rara en el reino animal: la cleptoplastia.
Este proceso ocurre cuando, al alimentarse de ciertas algas, la babosa extrae los cloroplastos —los orgánulos encargados de realizar la fotosíntesis— y los mantiene vivos dentro de sus propios tejidos.
Una vez integrados, estos cloroplastos siguen funcionando como si estuvieran en el alga. Esto significa que el animal puede hacer fotosíntesis, obteniendo energía directamente de la luz solar. Es decir, aunque sigue siendo un animal y necesita alimentarse, puede complementar su energía igual que una planta.
Un caso excepcional en el reino animal
Muy pocas criaturas tienen esta capacidad, y la mayoría son microorganismos. Que un animal multicelular como esta babosa pueda aprovechar la luz del sol coloca a la Costasiella kuroshimae en un lugar muy especial dentro de la biología marina.
Un símbolo de la creatividad de la naturaleza
La babosa de mar “Shaun la Oveja” combina dos elementos irresistibles: un aspecto que derrite corazones y una adaptación biológica digna de estudio. Es una prueba de la enorme diversidad del océano y de cómo la evolución puede dar lugar a seres tan funcionales como encantadores.




