La ausencia de límites también es maltrato infantil

Aprende a establecer límites a tus hijos con amor y respeto pero también con firmeza.
Super Prota
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El temor de la mayoría de los padres es que los hijos se vuelvan niños maleducados, groseros e insoportables, por la falta de límites. Pero a veces se suele sobreprotegerlos en exceso tratando de evitar cualquier problema o dificultad que puedan experimentar, estropeando su desarrollo.

Esta sobreprotección hará que los hijos se vuelvan dependientes de los padres y por consecuencia les generará inseguridad a la hora de tomar decisiones en cualquier momento de su vida. Los hijos sobreprotegidos, responderán a través de caprichos o berrinches debido a que no sabrán cuales son los límites y las reglas de comportamiento en general; incluso, no respetarán la autoridad de ambos padres.

Otra cara de la crianza, es cuando los padres no tienen suficiente tiempo para estar con sus hijos, por lo que esa falta de amor la reemplazan por cosas materiales; esto a la vez hace que ellos no conozcan de límites, puesto que son libres en hacer lo que quieran.

Cómo establecer límites a los hijos sin dañarlos

Teniendo en cuenta que los límites son fundamentales para el desarrollo de los hijos y por ende para tener una mejor convivencia familiar, es importante saber que estas reglas deben ser permanentes (que no cambien), ya que serán referentes estables que los niños tendrán como modelo de aprendizaje.

Para comenzar, lo ideal es aplicar normas de convivencia en el hogar, como por ejemplo, tener un horario para las comidas y el modo de comportase en la mesa, el uso de la televisión o dispositivos móviles, el modo en cómo deben ordenar su habitación, el tiempo de estudio, entre otras cosas.

1 Hablando claro

Muchas veces los padres cometemos el error de no establecer límites sino deseos cuando les decimos a los hijos: “Me gustaría que te portes bien”, “sé bueno”, “no hagas eso”, “quisiera que te quedarás sentado mientras comes”. Sin embargo, el mensaje no es muy claro que digamos, y puede ser confuso para los hijos.

2 Anticiparse

Los niños deben conocer los límites y reglas antes de que tengan un mal comportamiento. Es como cuando entramos al colegio, en los primeros días de clases se establecen las reglas de convivencia. Es recomendable decirles a los niños “A partir de ahora no permitiré…”, la idea es que ellos comprendan correctamente los mensajes.

3 Amor y más amor

Los límites nunca se deben establecer con gritos o enojos; estos deben marcarse con afecto. Se recomienda utilizar un tono de voz normal, ya que si estableces reglas fuera de control es probable que el niño también reaccione de la misma manera y lo harán con temor.

4 Cosas positivas

Recalcar lo positivo de los límites hará que los hijos comprendan los motivos por los cuales deben obedecer. Explica el porqué de cada regla, como una manera de prevenir situaciones peligrosas. “Salir abrigado, te ayudará a no enfermarte”.


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