El accidente registrado el día 27 de mayo en el barrio Cadillal de Popayán, es la clara muestra de la falta de responsabilidad y empatía por parte de la Alcaldía Municipal para con los animales, en este caso, los caballos.
Los vehículos de tracción animal, siguen existiendo en pleno 2022, nuestra ciudad ha tenido administraciones tan incompetentes que no hemos podido obtener un verdadero de desarrollo ni siquiera en el área de transporte de alimentos.
Como bien se sabe, las personas que utilizan este medio para transportar diferentes productos, necesitan llevar un sustento diario a sus hogares, pero en la mayoría de los casos estas personas sobrecargan a los animales, aprovechándose de ellos y lo que empeora la situación, es que les suman más peso subiéndose ellos mismos en la carretilla y a otras personas, pretendiendo que los caballos los transporten incluso en calles empinadas.
No hay un control para esto, tampoco están las autoridades en las calles generando estrategias para mitigar estos hechos de abuso contra los animales, si el alcalde Juan Carlos López Castrillón fuera animalista, invertiría los recursos necesarios para erradicar estos hechos y sancionar a las personas que están dañando la salud de estos animales, principalmente porque ellos no tienen por qué ejercer esa labor y además los dueños no les brindan una calidad de vida que asegure el bienestar de los animales.
“Trabajamos en la protección y cuidado de los animales de Popayán Atendimos a ‘Jirafa’ el caballo que sufrió accidente esta mañana. Gracias a la atención médica veterinaria realizada por el equipo ahora se encuentra estable y a salvo en el Refugio Animal Temporal” Dijo Juan Carlos López, alcalde. La pregunta para el señor mandatario es; ¿esa es su solución?, ¿esperar a que los accidentes ocurran para prestar atención? O, más bien, ¿evitar llegar hasta estos extremos para realmente cuidar y proteger la vida de los animales?.
Señor alcalde, la ciudadanía le hace de nuevo el llamado para que defienda la vida de animales e invierta para que este tipo de situaciones dejen de presentarse en la ciudad, estamos en 2022, no en 1922.




