La salud, un derecho fundamental, se ha convertido en una agonía para una familia en El Patía. A pesar de la urgencia médica, han tenido que emprender una verdadera odisea para lograr que su hija, una joven gravemente enferma, sea atendida por un gastroenterólogo en Popayán. La barrera principal no es la distancia, sino las trabas del sistema de salud.
La joven, cuya identidad se reserva por privacidad, padece una compleja enfermedad digestiva que requiere atención especializada, pero su familia ha chocado una y otra vez con la burocracia. Citas canceladas, autorizaciones que no llegan y un sistema que parece dar la espalda a los pacientes. Esta historia, que se repite en cientos de hogares, es un llamado de atención sobre las deficiencias del sistema de salud en la región. La familia clama por una atención oportuna y digna, antes de que sea demasiado tarde.
