Los papicultores de Nariño están atravesando una grave crisis económica debido a la falta de capital de trabajo y el desplome de los precios en el mercado, lo que ha generado la pérdida masiva de cultivos y semilla. Más de 30 hectáreas no han podido ser cosechadas y alrededor de 800 bultos de semilla están en riesgo de ser descartados. Los pequeños y medianos productores aseguran que los bajos precios de venta no alcanzan a cubrir los costos de producción, lo que ha generado una cadena de pérdidas económicas que amenaza la sostenibilidad de sus cultivos y su subsistencia. Los campesinos exigen una respuesta institucional urgente y solicitan la activación de líneas de crédito con condiciones especiales, compra directa de excedentes, subsidios a insumos agrícolas y acompañamiento técnico integral.

Además, los papicultores reclaman su exclusión de los escenarios de toma de decisiones y exigen participación activa en la Mesa Nacional Papera, espacio donde se construyen las políticas públicas del sector. La crisis en Nariño no es un fenómeno aislado, ya que otros departamentos como Boyacá, Cundinamarca y Antioquia también han reportado pérdidas similares.

Las organizaciones agrarias del sur del país advierten que, si no se adoptan medidas estructurales, podría agudizarse el abandono del campo, el endeudamiento masivo de los pequeños productores y el riesgo de desabastecimiento interno en ciertos ciclos de producción. Los campesinos urgen a las autoridades a tomar medidas efectivas para abordar la crisis y garantizar la estabilidad del sector papero en la región.




