Kim Jong-un prohíbe la palabra “hamburguesa” en Corea del Norte

Kim Jong-un prohíbe la palabra “hamburguesa” en Corea del Norte
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El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha dado un nuevo paso en el control cultural del país: prohibir el uso de la palabra “hamburguesa” y otros términos de origen extranjero. La medida forma parte de una campaña más amplia para eliminar anglicismos del idioma y reforzar la identidad nacional.

Una campaña contra los anglicismos

Según medios internacionales, el gobierno norcoreano ordenó a los guías turísticos evitar palabras como “hamburger”, “ice cream” y “karaoke”. En su lugar, se les exige utilizar términos equivalentes en coreano, como dajin-gogi gyeopppang, que significa “pan doble con carne molida”.

Esta instrucción no solo afecta al turismo, sino que también se interpreta como un intento de limitar la influencia extranjera en la vida cotidiana. El objetivo es reducir la presencia de palabras extranjeras en espacios públicos y en la cultura popular.

Turismo bajo vigilancia lingüística

La prohibición parece estar dirigida, en primera instancia, a zonas turísticas como el resort de Wonsan, donde la llegada de visitantes internacionales ha obligado a los guías a utilizar vocabulario globalmente conocido. Sin embargo, las nuevas reglas buscan reforzar el uso de expresiones puramente norcoreanas, incluso en contextos donde se recibe a extranjeros.

Para Pyongyang, el turismo es una ventana hacia el mundo, pero también un espacio de riesgo cultural. Por eso, las autoridades vigilan de cerca la forma en que se presenta la identidad nacional a los visitantes.

El trasfondo político y cultural

Kim Jong-un ha insistido en la importancia de proteger la lengua frente a lo que considera una invasión cultural. La prohibición de la palabra “hamburguesa” no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia que combina control político, cultural y lingüístico.

Al eliminar términos extranjeros, el régimen busca fortalecer la idea de autosuficiencia y pureza cultural, pilares fundamentales de la propaganda norcoreana. Aunque estas medidas puedan parecer anecdóticas, reflejan la importancia que el gobierno concede a cada detalle de la vida social.

Reacciones internacionales

La decisión ha generado sorpresa fuera de Corea del Norte. Para muchos analistas, estas restricciones muestran hasta qué punto el régimen busca blindar a su población frente a la globalización. Aunque se trate de una hamburguesa, la medida envía un mensaje claro: el idioma es también un campo de batalla ideológico.

Un símbolo del control norcoreano

Más allá de la comida rápida o del entretenimiento, la prohibición de palabras extranjeras es un recordatorio del férreo control que ejerce el Estado sobre la cultura y la vida cotidiana. En Corea del Norte, incluso el vocabulario se convierte en una herramienta de poder.


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