La Coordinación General y la Coordinación de Mujer y Familia del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (Camawari) expresaron su profundo rechazo por el feminicidio de Karen Tatiana Moreano. El crimen ocurrió el sábado 18 de octubre. La joven pertenecía al Resguardo Indígena de Nulpe Alto.
Este hecho ha generado dolor e indignación no solo en la familia de Karen, sino en todo el pueblo Awá. Su comunidad la recuerda como una joven valiosa y comprometida. Su pérdida deja un vacío enorme en su territorio ancestral.
Camawari denunció que este asesinato representa una grave vulneración de derechos fundamentales. Especialmente, el derecho a la vida, la dignidad y la integridad de las mujeres indígenas. Han exigido que este caso no quede en la impunidad.
En el comunicado, se dirigieron a la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional y la Defensoría del Pueblo. Solicitaron avanzar con urgencia en la identificación del responsable. También pidieron una judicialización efectiva del crimen.
El caso de Karen ha generado un llamado colectivo de atención sobre la violencia de género en territorios indígenas. Camawari reiteró que no permitirá ninguna forma de violencia contra las mujeres. Afirmaron que seguirán defendiendo sus derechos.
Además, se convocó a las comunidades Awá, organizaciones sociales y ciudadanía en general a unirse. El objetivo es manifestar su rechazo y exigir justicia. La memoria de Karen debe convertirse en una causa colectiva.
Según información preliminar que circula en la zona, Johan Campo sería el presunto autor del feminicidio. Las autoridades aún no han confirmado oficialmente su vinculación. Se espera que las investigaciones avancen con celeridad.
La exigencia de justicia se extiende más allá del resguardo. La comunidad indígena considera que este hecho debe marcar un precedente. No quieren más víctimas en silencio ni crímenes sin resolver.
En redes sociales y medios comunitarios, la historia de Karen ha sido compartida ampliamente. Diversas organizaciones han expresado solidaridad con su familia. También exigen garantías reales para proteger a las mujeres indígenas. Reclaman atención integral, justicia y no repetición.




