El Tribunal Superior de Buga dictó una histórica condena de 35 años de prisión contra Diego León Montoya, alias “Don Diego”, y Diego Rodríguez Vásquez, al hallarlos culpables por su participación directa en la Masacre de Trujillo, ocurrida entre el 23 de marzo y el 23 de abril de 1990, donde fueron asesinadas, torturadas, secuestradas y desaparecidas al menos 342 personas, según reportes de organizaciones sociales, aunque el fallo se centró en 26 homicidios documentados.
La decisión judicial, que revoca una absolución previa emitida en 2021 por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Tuluá, se dio tras una apelación interpuesta por la Fiscalía y el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), señalando omisión de pruebas clave que vinculan a los condenados con una estructura criminal que operaba en alianza con miembros del Ejército, la Policía y civiles. El Tribunal ordenó la captura inmediata de ambos hombres y dio especial valor a los testimonios de sobrevivientes y las pruebas sobre la participación de uniformados del Batallón Palacé de Buga en las detenciones ilegales.
Este caso también fue llevado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde el Estado colombiano reconoció su responsabilidad y suscribió un acuerdo de solución amistosa. Mientras Diego Rodríguez permanece en libertad, se adelantan trámites para que Diego León Montoya, actualmente extraditado en Estados Unidos, cumpla la condena en territorio nacional.