Julieth Pushaina Epiayú se convirtió en la primera mujer wayúu en el Ejército colombiano

Ella es la número 11 de 12 hermanos, nacida en Barranca y perteneciente a la comunidad indígena Zhaíno de la Alta Guajira, se encarga del trabajo social en su comunidad desde que ingresó a la institución.
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Julieth Paola Pushaina Epiayú, auxiliar de enfermería profesional, a sus 26 años, se convirtió en la primera mujer de la comunidad indígena Wayúu en ingresar al Ejército Nacional.

«Hago parte del Ejército Nacional y me siento muy orgullosa. Llevo mi uniforme con orgullo, también llevo mi manta que es parte de mí, que me identifica con lo que soy, como una mujer wayúu», dice la cabo Pushaina.

Ella es la número 11 de 12 hermanos, nacida en Barranca y perteneciente a la comunidad indígena Zhaíno de la Alta Guajira, se encarga del trabajo social en su comunidad desde que ingresó a la institución.

«En este momento estoy en un Batallón de Acción Integral, ayudando a mi comunidad y a toda mi Guajira», dice orgullosa la cabo, al tiempo que reconoce que hacer parte del Ejército no ha sido fácil, pues son varios los sacrificios que ha tenido que hacer; «para estudiar en el colegio y pagar mis viajes tuve que hacer mochilas, morrales, y así juntar el dinero que necesitaba para mis exámenes de ingreso».

Pushaina llegó al Ejército Nacional motivada por salir adelante, porque según ella, vestir el uniforme de la Fuerza Pública era su sueño desde que era una niña cuando vio a su hermano, un soldado profesional. Lamentablemente, él murió en una emboscada hace 14 años.

«El Ejército y la vida me han enseñado a ser fuerte, he pasado por pruebas muy difíciles, pero aquí estoy de pie y seguiré así porque de eso se trata la vida, de luchar», dice la cabo Pushaina.

Para ella fue difícil dejar su ranchería y acostumbrarse a las nuevas costumbres, pues según la cabo, tuvo que aprender mucho de sus compañeros «fue un golpe duro porque era la única mujer wayúu y adaptarme al lenguaje de mis compañeros, me corregían, me daba risa, pero poco a poco me fui adaptando».

Actualmente, la cabo presta sus servicios en el municipio de Uribia, también conocido como ‘la capital indígena de Colombia’, donde el 95% de la población es indígena wayúu, el 15% urbana y el 85% rural.


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