La ofensiva de las autoridades contra las estructuras criminales que operan en el suroccidente del país continúa dejando importantes resultados. En las últimas horas, la Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez penal de control de garantías a los hermanos Juan Esteban y Diego Francisco Ortiz Garzón, señalados de pertenecer a la estructura Dagoberto Ramos Ortiz, una de las disidencias más activas de las extintas Farc.
Los dos capturados son investigados por su presunta responsabilidad en el atentado con carro bomba perpetrado el pasado 10 de junio en el municipio de Corinto, Cauca, un acto violento que generó zozobra en la población y dejó cuantiosos daños materiales, tanto en la estación de Policía como en varias viviendas cercanas al lugar de la explosión.
Según la investigación adelantada por la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales de la Fiscalía, los hermanos Ortiz Garzón habrían participado directamente en el traslado y activación del vehículo cargado con explosivos. De acuerdo con el material probatorio, los procesados llevaron el automotor hasta las inmediaciones de la estación de Policía, lo estacionaron estratégicamente y minutos después accionaron el mecanismo que detonó la carga explosiva.
Aunque el ataque no dejó víctimas fatales, sí provocó serios destrozos en las instalaciones policiales y afectó a varias familias residentes en las casas aledañas, incrementando el clima de inseguridad que desde hace varios meses golpea al norte del Cauca por cuenta de las acciones de los grupos armados ilegales.
Durante las audiencias preliminares, la fiscal del caso imputó a los hermanos los delitos de concierto para delinquir con fines de terrorismo, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado. Sin embargo, los cargos no fueron aceptados por los procesados, quienes permanecerán privados de la libertad mientras avanza la investigación.
La estructura Dagoberto Ramos Ortiz, a la cual estarían vinculados los capturados, es considerada una de las principales responsables de múltiples acciones armadas, ataques contra la fuerza pública, extorsiones y amenazas a líderes sociales en esta región del país, donde las disidencias de las Farc han mantenido un violento accionar luego de los acuerdos de paz.
La Fiscalía destacó que este tipo de acciones terroristas no solo ponen en riesgo la seguridad de los uniformados, sino que afectan gravemente a la población civil, generando desplazamientos, temor colectivo y daños materiales considerables en las zonas urbanas de los municipios atacados.
Las autoridades reafirmaron su compromiso de seguir avanzando en el desmantelamiento de estas estructuras criminales, fortaleciendo las labores de inteligencia y coordinación interinstitucional para enfrentar la amenaza que representan las disidencias armadas en el Cauca y otras regiones afectadas por el conflicto.



