El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha anunciado su renuncia a la política debido a profundas diferencias con la dirección de Vox. Esta decisión refleja una creciente división interna dentro del partido de ultraderecha, que en los últimos tiempos ha experimentado tensiones entre sus dirigentes.

Según fuentes cercanas, García-Gallardo mantenía discrepancias con el liderazgo de Santiago Abascal, especialmente en cuestiones estratégicas clave, como la gestión territorial y la dirección ideológica del partido. Aunque su salida se presenta como una decisión personal, esta renuncia representa un nuevo episodio de fractura dentro de Vox, que ha enfrentado dimisiones y enfrentamientos internos en los últimos meses.

La retirada de García-Gallardo abre incertidumbre sobre el futuro de Vox en Castilla y León y cómo esta crisis interna podría afectar su posicionamiento dentro del panorama político nacional. Mientras tanto, la dirección del partido ha optado por no hacer declaraciones contundentes sobre la salida de uno de sus principales representantes a nivel autonómico.