Se cumplen tres años de aquella nefasta noche en la cual, le arrebataron la vida y cegaron los ojos para siempre del joven Juan Diego Rodríguez Bernal, suceso a manos de otro joven quien responde al nombre de Yerson Enrique Molano Pito, quien bajo la ilegalidad y motivado por la maldad, la ambición y su oscuro actuar, en compañía de su cómplice, quien conducía una motocicleta en la que se movilizaban y de quien hasta el momento se desconocen sus actuaciones, pero que actualmente las autoridades continúan las investigaciones para dar con su paradero, materializaron el fatal hecho accionando un arma de fuego en contra de la integridad e impactando en el corazón del joven universitario Juan Diego, al intentar despojarlo de su motocicleta.
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Algunos dicen que la justicia no existe o si existe para algunos en particular, esta vez la justicia terrenal tuvo un desenlace justo “si se podría utilizar tal adjetivo para esta dolorosa situación”, el cual no cambia la realidad de los hechos, pero nos muestra una vez más que cuanto las instituciones se integran y trabajan bajo el marco legal, mancomunadamente haciendo cumplir las leyes, se producen resultados favorables que emergen desde los procedimientos realizados por la Fiscalía General de la Nación, La Policía Nacional, sin duda nuestros honorables Jueces y Abogados de la República. Juan Diego Rodríguez Bernal dejó un vacío inmenso.
Hoy en día Yerson Enrique Molano Pito, purga una pena en prisión a más de 30 años por los delitos de homicidio, hurto agravado, porte ilegal de armas de fuego y tentativa de homicidio, una condena categórica que celebramos todos aquellos ciudadanos de bien.
A la distinguida familia del joven Juan Diego Rodríguez Bernal, quien fue, es y será el amado hijo, el nieto, el hermano, el tío, el sobrino, el primo, el amigo, el novio, el estudiante de psicología, el entrenador de Taekwondo, el árbitro…, quienes llevan este dolor cada día y noche, podrán vivir con la tranquilidad de que esta vez la justicia terrenal tuvo una condena ejemplar.




