Antes de 2022, en el Catatumbo solo estaban presentes el SENA y la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP. Hoy, se han sumado instituciones como el Instituto Superior de Educación Rural – ISER y la Universidad Francisco de Paula Santander.
Del bachillerato incompleto a la universidad
El ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, explicó que al llegar al Gobierno encontraron que de las 101 instituciones educativas de preescolar, básica y media en el Catatumbo, 44 no ofrecían bachillerato completo. Hoy, las 101 garantizan la formación hasta grado 11, lo que constituye un avance histórico y aseguró que: «Este logro nos obliga a redoblar esfuerzos para asegurar que ese mayor número de bachilleres pueda transitar de manera inmediata hacia la educación superior».
El PAET, una oportunidad histórica
En este marco de transformación, el Programa de Admisión Especial con Enfoque Territorial – PAET de la Universidad Nacional de Colombia con apoyo del Ministerio de Educación, abrió las puertas 34 jóvenes de ocho municipios del Catatumbo -Tibú, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, San Calixto, Sardinata y Teorama-, quienes hoy cursan programas como medicina, terapia ocupacional, fonoaudiologia, nutrición y dietética, odontologia, medicina veterinaria y zootecnia.
Entre ellos están María Camila Ávila y Rafael Amado, quienes ingresaron a la carrera de Medicina, y Stiven Sánchez, a Fonoaudiología. Sus historias simbolizan la esperanza de una región que ve a sus hijos convertirse en los primeros profesionales de sus familias. El programa no solo garantiza el acceso, sino también la permanencia con alojamiento, alimentación y acompañamiento psicosocial.
«Nacer en tierra de conflictos no significa vivir atados a ellos. Al contrario, como la semilla que crece entre ruinas, nuestras vidas pueden florecer», aseguró María Camila Ávila durante la bienvenida en la UNAL.
«Siendo realistas, en esta región son muy pocas las opciones, es ir a raspar coca o trabajar al día. Ahora que logré ingresar a la universidad, veo en mí un futuro diferente. Adicional, con esta oportunidad están rompiendo un ciclo de guerra», expresó Stiven Sánchez
Entre tanto, Rafael Amado aseguró que será el primer médico de su familia y le emociona saber que hay otros chicos están accediendo a estas oportunidades, «me llena de esperanza, porque esta iniciativa realmente nos abre caminos que antes parecían imposibles».
Desde la Universidad Nacional, el decano de la Facultad de Medicina, José Fernando Galván, subrayó la importancia de extender esta experiencia: «Nuestra expectativa es continuar con el programa en otros territorios PDET y ZOMAC, y con el apoyo del Gobierno Nacional y aliados como Ecopetrol lograr más admitidos y pensar en una segunda cohorte en el Catatumbo. Invitamos a otras universidades públicas a recoger esta experiencia y abrir más oportunidades en las regiones».
La transformación educativa en el Catatumbo se enmarca en un esfuerzo nacional. La mayor inversión en educación en la historia del país es una realidad gracias a la gestión del Gobierno del Cambio, que elevó el presupuesto del sector de 64,7 billones en 2022 a 79,2 billones en 2025 en cifras constantes. Los recursos de funcionamiento de las universidades públicas crecieron en un 32% real, pasando de 9 billones en 2022 a 11,9 billones en 2025, y entre 2023 y diciembre de 2024 se incorporaron 190.504 nuevos estudiantes al sistema de educación superior.
Estos avances no son solo cifras, representan un cambio de vida para miles de jóvenes y familias en regiones como el Catatumbo, donde la gratuidad y la pertinencia territorial están rompiendo ciclos de exclusión y sembrando futuro.
