La mañana de este martes en Bogotá quedó marcada por un impactante accidente en el que un joven fue arrollado por un bus articulado de TransMilenio. Los hechos, ocurridos en la Autopista Norte, fueron captados en video por la cámara vehicular de un conductor y rápidamente se viralizaron en redes sociales, generando nutridas reacciones entre los usuarios del sistema y testigos del incidente. Lo sorprendente no fue solo el accidente, sino lo que sucedió después, situación que dejó sin palabras a quienes presenciaron el suceso.

Según el reporte inicial, el peatón cruzó imprudentemente la calle sin respetar el semáforo, lo que lo obligó a correr para despejarse del paso vehicular. En un intento angustioso por llegar a su destino, el peatón, saltó al carril por donde circulaba el bus, pero en medio de la distracción fue arrollado por el articulado.

El joven salió despedido varios metros, pero pese a la gravedad se incorporó, verificó que no hubiese perdido alguna pertenencia y continuó su camino como si nada. Hasta el momento se desconoce la identidad del hombre y si sufrió alguna secuela.

Falta de cultura ciudadana

Este episodio no es aislado en Bogotá. Solo en el primer semestre de 2025, varias autoridades y medios reportan un preocupante número de peatones arrollados en la ciudad, muchos de ellos vinculados al sistema de transporte masivo TransMilenio. Por ejemplo, en meses recientes, otros casos fatales han sido documentados, como la muerte de un peatón en la carrera 10 con calle 1B y el atropello cerca de la estación Movistar Arena, ambos ocasionando conmoción social y congestión vehicular. Las cifras oficiales de la Secretaría de Movilidad revelan que anualmente, entre 150 y 200 peatones sufren atropellos en la capital, siendo las causas principales la imprudencia al cruzar la calle y la alta densidad vehicular.

Las autoridades de Bogotá, por su parte, continúan reforzando las campañas de seguridad vial, señalización y control en puntos críticos, además de incrementar la vigilancia para prevenir el cruce indebido de peatones y garantizar la operación segura de TransMilenio. A pesar de estos esfuerzos, la alta congestión vehicular y la falta de cultura ciudadana representan un reto constante para mejorar la seguridad en las vías.