Josef Fritzl, condenado en Austria en 2009 por encerrar y violar a su hija durante 24 años, seguirá cumpliendo su pena de cadena perpetua en una prisión normal. Este martes, un tribunal aprobó su traslado desde el centro para delincuentes con problemas mentales y rechazó su solicitud de puesta en libertad. La decisión, aún no definitiva, se basa en un informe pericial que concluye que debido a la demencia y el deterioro físico del condenado, de 89 años, «ya no existe ningún peligro que haga necesario su internamiento en un centro terapéutico forense».
Fritzl fue condenado por haber mantenido cautiva a su hija Elisabeth en un sótano durante casi un cuarto de siglo, donde la violó sistemáticamente, concibiendo siete hijos con ella, uno de los cuales murió poco después de nacer.
