Una alarmante jornada de violencia sacudió este lunes al departamento del Valle del Cauca, donde ocho personas fueron asesinadas en hechos aislados pero consecutivos ocurridos en siete municipios diferentes. La situación generó preocupación en las autoridades y zozobra entre las comunidades afectadas.
Los homicidios se registraron en Buga, Tuluá, Sevilla, Zarzal, Palmira, Pradera y Cartago, dejando un saldo trágico de seis hombres adultos, una mujer de la tercera edad y un menor de edad muertos, en lo que se considera uno de los días más sangrientos de las últimas semanas en la región.
Los hechos comenzaron en la madrugada en el municipio de Zarzal, donde una mujer de 70 años, identificada como Leonor Vera Bohórquez, y un adolescente de 16 años, al parecer su nieto, fueron asesinados a tiros en el barrio Gonzalo Echeverri. Ambos presentaban múltiples impactos de bala.
Horas más tarde, en el sector El Retiro de la ciudad de Cali, se reportó el homicidio de un joven de 21 años, atacado con arma de fuego mientras se desplazaba por la calle 49 con carrera 32A. Las autoridades aún no han determinado los móviles del crimen.
En Tuluá, otro hecho violento se produjo cuando fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre en la transversal 12, cerca del río Tuluá. Aunque en principio se habló de posible inmersión, la Policía investiga si hubo participación de terceros en su muerte.
En Palmira, un hombre fue baleado en vía pública y falleció minutos después en un centro asistencial. Su identidad no ha sido revelada oficialmente, pero testigos aseguran que el ataque fue directo y ejecutado por hombres en motocicleta.
En el municipio de Sevilla, ubicado al norte del departamento, un nuevo hecho de sangre se sumó al conteo trágico del día cuando fue asesinado otro hombre adulto en zona urbana, bajo circunstancias que están siendo investigadas por el CTI de la Fiscalía.
La racha violenta también tocó al municipio de Cartago, donde un hombre fue ultimado con arma de fuego mientras transitaba por un barrio residencial. Hasta el momento, no se ha informado sobre capturas relacionadas con este caso.
En Pradera, un nuevo homicidio fue reportado durante la noche, cerrando una jornada marcada por la muerte y el miedo. Con este hecho, el total de asesinatos en menos de 24 horas ascendió a ocho, encendiendo las alarmas de las autoridades de seguridad del departamento.
El comandante de la Policía del Valle y las alcaldías locales han iniciado planes de choque para frenar esta escalada de violencia, mientras se desarrollan investigaciones para determinar si existe alguna conexión entre los hechos o si responden a dinámicas criminales independientes.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido al Estado una respuesta más eficaz y sostenida frente a la violencia que golpea constantemente al Valle del Cauca, donde el accionar de bandas armadas, ajustes de cuentas y el narcotráfico siguen sembrando muerte.
Mientras tanto, las familias de las víctimas claman por justicia y las comunidades piden mayor presencia institucional, estrategias de prevención y una acción decidida para que la paz no siga siendo una promesa lejana en los municipios vallecaucanos.




