Jornada ambiental en el barrio Altos de la Colina en Popayán

Henry Sánchez, activista.
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El pasado fin de semana, la quebrada La Paila, ubicada en el barrio Altos de la Colina, fue escenario de una jornada de siembra que tuvo como objetivo principal fortalecer el ecosistema local y mejorar el entorno natural de la zona. Más de 100 árboles nativos, entre ellos Cedros, Fresnos y Guayacanes, fueron plantados en la ribera de la quebrada como parte de un esfuerzo por recuperar el suelo, mejorar la calidad del agua y generar un entorno más sostenible para la comunidad. Esta iniciativa busca contrarrestar los efectos negativos que ha sufrido este ecosistema debido a la deforestación y la contaminación.

La jornada de siembra contó con la participación del activista ambiental Henry Sánchez, quien lideró la actividad junto a diversos líderes barriales y un grupo de voluntarios comprometidos con la protección del medio ambiente. Durante su intervención, Sánchez destacó la importancia de este tipo de acciones en la preservación de los recursos naturales: “Estos espacios son fundamentales para generar conciencia sobre la importancia de proteger nuestros recursos naturales y garantizar un futuro sostenible para todos”, comentó.

Articulado

El trabajo conjunto con autoridades ambientales permitió que la siembra se realizara de forma organizada y con el respaldo técnico necesario para asegurar el éxito del proyecto. Sánchez enfatizó que, a través de la plantación de árboles, no solo se mejora la calidad del medio ambiente, sino que también se fortalece el compromiso de la comunidad con la protección de su entorno. “Hoy estamos dando el ejemplo al sembrar árboles que benefician a la comunidad y al entorno. Nuestra naturaleza necesita acciones contundentes y urgentes como estas para minimizar el daño que le estamos causando y proteger nuestro propio bienestar”, añadió el activista.

La quebrada La Paila, que ha sido testigo de un progresivo deterioro en los últimos años, enfrenta graves problemas como la erosión de los suelos, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Con la plantación de árboles nativos a lo largo de sus riberas, se busca estabilizar el terreno y reducir el riesgo de deslizamientos, protegiendo así tanto a la quebrada como a las viviendas cercanas. Además, esta acción contribuye a mejorar la capacidad del ecosistema para regular el agua, lo que beneficia a la comunidad en términos de abastecimiento y calidad de recursos hídricos.La iniciativa de siembra en La Paila también abre la puerta a futuros proyectos educativos y de monitoreo ambiental que permitan asegurar la conservación a largo plazo del ecosistema de la quebrada.


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