Independiente Santa Fe no pudo sostener su ventaja inicial y terminó perdiendo 2-1 frente a La Equidad, en un vibrante y friccionado compromiso disputado en el estadio Metropolitano de Techo, correspondiente a la fecha 14 de la Liga BetPlay 2025-I. El partido estuvo cargado de emociones, polémicas arbitrales y momentos de alta tensión.
El conjunto cardenal abrió el marcador justo antes del descanso. Hugo Rodallega transformó con clase un penalti al minuto 45+2 y desató la celebración visitante. Sin embargo, la reacción de La Equidad fue inmediata. Apenas segundos después, Santiago Orozco empató el partido con un potente remate desde media distancia, dejando sin opciones al arquero Mosquera Marmolejo.
En el segundo tiempo, Santa Fe trató de tomar el dominio del juego. Jugadores como Omar Fernández, Christian Mafla y Santiago Mosquera lideraron las aproximaciones ofensivas, pero el guardameta asegurador respondió con solvencia. La Equidad, en cambio, fue efectiva. Al minuto 49, Samir Mayo marcó el 2-1 con un disparo cruzado que inclinó la balanza a favor del equipo local.
El ritmo del partido se fue trabando con numerosas faltas e interrupciones. El técnico Pablo Peirano buscó cambiar la historia con variantes ofensivas, dando ingreso a Daniel Torres, Ewil Murillo, Omar Albornoz y Ángelo Rodríguez. No obstante, el empate nunca llegó.
En el tramo final, La Equidad se cerró bien atrás y resistió con orden ante la presión cardenal. A pesar de los intentos desesperados de Santa Fe, la igualdad se les escapó. El árbitro repartió varias tarjetas amarillas, entre ellas a Víctor Moreno, Ewil Murillo y Samir Mayo, reflejando la intensidad del duelo.
La derrota deja a Santa Fe en una situación incómoda en la tabla, con la obligación de sumar en sus próximos encuentros si quiere asegurar un cupo en los cuadrangulares. La Equidad, por su parte, celebra un triunfo clave que le permite escalar posiciones y ganar confianza.
El clásico bogotano tuvo de todo: goles, pierna fuerte y tensión hasta el pitazo final. Santa Fe tendrá que sacudirse rápido si quiere mantenerse en la pelea.
