Desde Manizales llegó Johana Ortiz, una corredora de 42 años con una meta clara: alcanzar la marca que le permita clasificar a la prestigiosa Maratón de Boston. Con paso firme y corazón decidido, Joha participa hoy en la Maratón de Cali 2025, una competencia que representa mucho más que kilómetros por recorrer: es la realización de un sueño largamente anhelado.

Acompañándola, aunque sin cruzar la línea de partida, está su hermana Lina Ortiz, quien la apoya desde las barreras. Lina ha estado a su lado desde que ambas llegaron el jueves a Cali, ciudad que la ha sorprendido gratamente. Para Lina, esta es su primera visita a la capital del Valle, y no ha escatimado en elogios.
“Me ha gustado Cali, la gente es súper amable, los taxistas te atienden bien, si se pregunta la dirección te colaboran. Me parece que la organización de la Maratón ha sido muy bien organizada, Recorrimos la ciudad caminando, nos ha parecido segura, ayer aprovechamos para hacer la activación de la Maratón en el bulevar”, comentó con una sonrisa.
A la espera de que su hermana cruce la meta, Lina espera también tener tiempo para conocer algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad, como Cristo Rey, antes de regresar juntas a su tierra natal, Manizales.
Historias como la de Joha y Lina Ortiz son las que le dan alma a esta Maratón de Cali: mujeres que corren con esperanza, hermanas que apoyan sin descanso, y sueños que encuentran en el asfalto un camino posible.



