James Rodríguez genera conmoción en el Metropolitano

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La noche del 4 de septiembre de 2025 quedará grabada en la memoria de los hinchas colombianos.

Tras la contundente victoria 3-0 de la Selección Colombia sobre Paraguay, resultado que aseguró el cupo directo al Mundial 2026 en Norteamérica, el capitán James Rodríguez protagonizó una de las imágenes más emotivas de la jornada: permaneció en el centro del campo del Estadio Metropolitano de Barranquilla, descalzo, pensativo y visiblemente conmovido.


El gesto desató una ola de interpretaciones y rumores. Muchos lo leyeron como una despedida simbólica de “la casa de la Selección”, escenario que ha acompañado gran parte de los triunfos del combinado nacional en la última década. Para algunos, se trató de una forma de agradecer a la afición barranquillera, que siempre lo ha respaldado en momentos de gloria y de dificultad.


En lo futbolístico, James volvió a ser determinante: abrió el marcador con un golazo de media distancia, mostrando que, pese a los altibajos de su carrera en clubes, su compromiso con la camiseta amarilla sigue intacto. Con este tanto, suma ya más de 30 goles oficiales con la Selección, consolidándose como uno de los máximos anotadores históricos del equipo.


El volante, que debutó en un Mundial en Brasil 2014 donde fue goleador y figura indiscutible y que no pudo brillar en Rusia 2018 debido a las lesiones, se encamina ahora hacia lo que sería su tercera participación en una Copa del Mundo. A sus 34 años, este nuevo capítulo se perfila como la oportunidad de cerrar su ciclo mundialista con broche de oro.


El propio James no ofreció declaraciones directas sobre el gesto en el campo, pero a través de redes sociales compartió un mensaje cargado de emoción: “Gracias Barranquilla, gracias Colombia. Siempre en mi corazón”. Estas palabras reforzaron la percepción de que lo vivido en el Metropolitano fue más que un simple festejo, convirtiéndose en un acto de conexión íntima con la hinchada.


El técnico Néstor Lorenzo elogió el desempeño del mediocampista, destacando no solo su calidad futbolística, sino también su liderazgo dentro del vestuario. “James es nuestra guía en la cancha, su experiencia y carácter fueron claves para esta clasificación”, afirmó el entrenador.


La escena del 10 colombiano, solo en el campo y con el rostro cargado de nostalgia, quedará como uno de los momentos más recordados en la historia reciente de la Selección.

Ya sea una despedida anticipada o un gesto de gratitud, lo cierto es que James Rodríguez reafirmó su lugar como ídolo y referente del fútbol colombiano.


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