Los vecinos del barrio Belén en Ibagué expresan su descontento ante el abandono en el que se encuentran las vías de su comunidad, una situación que aseguran ha empeorado desde la intervención de la red de alcantarillado. Según Jaime Peña, residente del sector, las calles que van desde la iglesia hasta la calle Tercera están llenas de huecos debido a la falta de una adecuada repavimentación luego de los trabajos de alcantarillado, una problemática que, según él, ya cumple casi un año sin ser atendida por la Alcaldía.

Peña menciona que la situación de las vías se ha convertido en un obstáculo para los conductores, quienes temen que sus vehículos sufran daños al transitar por el sector. “Nuestras calles están en un abandono total. Después de cambiar el alcantarillado, no se ha hecho nada para pavimentarlas, y los huecos cada vez empeoran”, explicó.
Otro residente, Henry Sánchez, comenta que, ante la falta de acción por parte de la Administración Municipal, los vecinos se vieron obligados a reunir dinero entre ellos mismos para realizar un reparcheo improvisado. “Hace unos años pagamos el reparcheo, pero ahora las calles están nuevamente en pésimo estado. No es justo que tengamos que asumir estos costos por la negligencia de la Alcaldía”, señaló.

La situación inició, luego del cambio de alcantarillado por parte de la Empresa Ibaguereña de Acueducto IBAL.
Además del mal estado de las vías, los habitantes del barrio Belén expresan su preocupación por la inseguridad que afecta a la comunidad. Sánchez denunció que han tenido que instalar cámaras de seguridad en sus casas debido a la falta de respuesta de las autoridades locales, y afirmó que las cámaras de vigilancia instaladas por la Alcaldía en el sector no están funcionando. “Llamamos al cuadrante y nos dijeron que esas cámaras no sirven. La delincuencia sigue afectándonos, y hasta los estudiantes y personas mayores son víctimas de robos en plena luz del día”, lamentó.

Gloria Beltrán, otra vecina, añade que el temor a ser víctimas de robo es constante, especialmente para los estudiantes del Colegio Tolimense, quienes frecuentemente son atracados al salir de clases. “Aquí cualquier persona corre el riesgo de ser asaltada.




