A principios de octubre de 2025, un jaguar macho fue visto nadando con dificultad en las aguas del río Negro, en la selva amazónica. Estaba gravemente herido, debilitado y con dificultad para mantenerse a flote.
Ciudadanos que transitaban por embarcaciones fueron quienes lo notaron y dieron aviso a las autoridades de protección animal y policía del estado de Amazonas.
El animal presentaba múltiples heridas por impactos de arma de fuego (disparos), incluidos fragmentos de metralla incrustados en la cara, el cuello y la cabeza. Se reportaron más de 30 fragmentos en su cráneo y otras partes del cuerpo.
Además, tenía varios dientes rotos, lo que complicaba su situación.
Cómo fue el rescate
- La operación fue realizada mediante coordinación entre la Policía Militar Ambiental del Amazonas, la Secretaría de Protección Animal y especialistas en fauna silvestre.
- Como parte del rescate, se usó una boya o dispositivo flotante para que el jaguar pudiera agarrarse, pues estaba muy agotado. Lo remolcaron hasta la orilla para sacarlo del agua de forma segura.
- Fue trasladado a una clínica veterinaria en Manaos. Ahí se realizaron los primeros tratamientos, incluido el cuidado de las heridas, extracción de fragmentos de bala, tratamiento para evitar infecciones, y atención especial a las lesiones en cabeza y cuello.
Estado y significado
- El felino se encuentra en estado estable, aunque presenta edema cerca de uno de sus ojos y daños que requieren monitoreo constante.
- Muchas personas lo han visto como un símbolo de resistencia frente a la caza ilegal y la destrucción del hábitat. Su lucha por sobrevivir ha generado solidaridad y llamado de atención hacia la protección de la fauna amazónica.
- Expertos señalan que casos como este reflejan la expansión humana, la degradación del hábitat y la persistencia de la caza furtiva como amenazas reales para especies protegidas del Amazonas.
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