En un movimiento sin precedentes, Israel ejecutó este viernes 13 de junio la «Operación Rising Lion», su ataque aéreo más amplio jamás contra Irán, golpeando más de 100 objetivos militares y nucleares, incluidos los sitios de Natanz y Esfahan. Informes oficiales indican la muerte de altos mandos militares iraníes y al menos 78 civiles, además de más de 300 heridos en Teherán.
La respuesta iraní no se hizo esperar: lanzó una ofensiva con más de 150 misiles y 100 drones, alcanzando zonas de Tel Aviv y Jerusalén. El ataque dejó tres muertos y decenas de heridos en Israel.
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