En una escalada sin precedentes en Medio Oriente, Israel lanzó un ataque preventivo contra múltiples objetivos militares y nucleares en territorio iraní, incluyendo la instalación nuclear de Natanz, ubicada en el centro del país. Según el gobierno israelí, esta operación marca el inicio de una ofensiva prolongada para evitar que Irán logre fabricar un arma nuclear.
El primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que la operación, denominada León Creciente, tuvo como blancos principales el programa de enriquecimiento nuclear iraní y las fábricas de misiles balísticos. “Golpeamos el corazón del programa nuclear iraní. Seguiremos tantos días como sea necesario para remover esta amenaza”, afirmó.
Medios estatales iraníes informaron la muerte de al menos dos científicos nucleares clave: Fereydoun Abbasi y Mohammad Mehdi Tehranchi. También se reportó la muerte de Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria, cuyo cuartel general en Teherán habría sido impactado por los ataques.
Un alto oficial israelí aseguró que Irán tenía suficiente material nuclear como para fabricar hasta 15 bombas atómicas en cuestión de días. Mientras tanto, el portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes advirtió que Israel y Estados Unidos “pagarán un alto precio” por esta acción y acusó a Washington de respaldar la ofensiva, aunque Estados Unidos negó cualquier participación.
El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que “Estados Unidos no está involucrado en los ataques” y pidió a Irán que no dirija represalias contra personal o intereses estadounidenses. El Departamento de Estado emitió una orden para que todo el personal del gobierno estadounidense en Israel se refugie hasta nuevo aviso.
Israel, por su parte, declaró el estado de emergencia y cerró el aeropuerto internacional Ben Gurion en Tel Aviv. El ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que se esperan ataques con misiles y drones en los próximos días. Además, el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, confirmó que decenas de miles de soldados han sido desplegados y están preparados en todas las fronteras.
La situación continúa siendo extremadamente tensa mientras se espera una respuesta por parte de Irán, lo que podría desencadenar una nueva etapa de confrontación militar en la región.
