Iruin Calderón Vásquez, un joven de 21 años y estudiante de Ingeniería Forestal en la Universidad del Tolima, se ha destacado en el mundo del café al coronarse como el mejor catador de cafés especiales del departamento en los Campeonatos de Catación de la Feria Internacional de Café en Planadas. Su habilidad y conocimiento en la evaluación de cafés lo han convertido en una figura emergente del sector cafetero, despertando el interés y admiración de expertos y aficionados.
Calderón, oriundo de Fresno, Tolima, encontró su pasión por el café desde joven. Proveniente de una región con una larga tradición cafetera, creció inmerso en el mundo de este grano y, sin saberlo, desarrolló un profundo amor por su sabor y su complejidad. Además de su carrera universitaria, Iruin trabaja como tostador en Café Cóndor, una reconocida marca con presencia en Ibagué. Para él, el café no solo es una bebida; es un estilo de vida y una pasión que ha logrado combinar con su vocación por el medio ambiente.
Sus primeras experiencias en el mundo cafetero se remontan a su adolescencia, cuando solía realizar mandados para su padrastro en la Federación de Cafeteros, lo que le permitió entrar en contacto con cafés de alta calidad. Fue en esa época cuando tuvo su primer encuentro con un café especial, una experiencia que lo marcó y despertó su interés en explorar más sobre el tema. En el año 2021, tras mudarse al municipio del Líbano, tuvo la oportunidad de hacer prácticas en la Cooperativa de Caficultores del Líbano, la más grande del Tolima, y de realizar un curso en la Real Academia del Café, donde profundizó sus conocimientos.

El premio fue otorgado en la Feria Internacional del Café, en el municipio de Planadas.
Para Iruin, la catación es más que un proceso técnico; es un arte que involucra descubrir los matices y características únicas de cada café. Su papel como catador consiste en reconocer y resaltar la calidad del café producido por los caficultores, ayudándolos a valorar su trabajo y su producto. «Mi rol es mostrarle al caficultor que lo está haciendo bien y mostrar a los demás la calidad de un buen café. Ver la satisfacción del caficultor al escuchar mi evaluación, eso no tiene precio», comentó el joven, quien está certificado por varias entidades, incluyendo la Asociación Especial del Café y el Sena.
Además de su trabajo en el campo, Iruin ha sido testigo del auge de los cafés especiales en el Tolima, una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos años. La creciente cultura de consumo de cafés de alta calidad ha impulsado la organización de eventos y ferias, permitiendo que los caficultores tolimenses reconozcan el valor de sus productos. Según él, aunque los cafés especiales siempre han existido, hoy en día existen más recursos y plataformas para darles visibilidad y valorar sus atributos. Con la reciente victoria en Planadas, Iruin Calderón Vásquez se perfila como un joven promotor de la cultura cafetera en el Tolima. Su historia es un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden coexistir, y cómo los jóvenes pueden encontrar en el café una forma de vida que combina pasión y compromiso con el desarrollo sostenible del territorio.




