
Iris Marín, Defensora del Pueblo de Colombia, ha enfrentado un recrudecimiento de la violencia del conflicto armado en su país en los últimos cinco meses. El Catatumbo ha experimentado una situación crítica con el grupo guerrillero ELN, que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes: un centenar de muertos y más de 50,000 desplazados. Marín considera que el ELN rompió cualquier conexión con su supuesto objetivo político al causar tanto sufrimiento a la población civil. Aunque defensora de la paz, Marín admite que el proceso de paz con el ELN ha fracasado, aunque resalta que negociaciones con otros grupos armados han evitado crisis mayores. La Defensoría del Pueblo había lanzado varias alertas sobre la situación en el Catatumbo, pero la magnitud de la violencia no fue anticipada adecuadamente. Marín compara esta situación con la ruptura del proceso de paz del Caguán en 2002 y expresa su preocupación por la creciente fragmentación y fortalecimiento de los grupos armados en el país.
