La tensión entre Irán e Israel alcanzó un nuevo nivel este fin de semana tras el intercambio de ataques militares que amenaza con desestabilizar aún más la región de Medio Oriente.
En la noche del viernes, Irán lanzó decenas de misiles balísticos hacia Tel Aviv y otras ciudades israelíes, en represalia por la ofensiva israelí sobre su territorio, iniciada bajo la llamada Operación León Naciente. La agencia oficial iraní IRNA describió el bombardeo como “el inicio de una respuesta aplastante” al “brutal ataque del régimen sionista”.
La acción iraní llega horas después de que el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu confirmara los bombardeos contra instalaciones nucleares y objetivos militares clave en Irán, en los que habrían muerto figuras de alto rango de las Fuerzas Armadas iraníes y científicos relacionados con su programa nuclear.
Antes del lanzamiento de los misiles, Irán ya había intentado una primera respuesta enviando alrededor de 100 drones hacia territorio israelí, la mayoría de los cuales fueron interceptados por las defensas aéreas.
Este sábado, el enfrentamiento continúa, mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación el desarrollo de los acontecimientos. La escalada bélica entre las dos potencias regionales aviva los temores de un conflicto a gran escala en una zona históricamente inestable.
