En un giro inesperado tras días de intensos enfrentamientos, Irán e Israel acordaron establecer un alto el fuego temporal de 12 horas, con el fin de reducir la tensión y abrir la posibilidad a un diálogo que permita evitar una mayor escalada en la región.
El acuerdo, logrado con la mediación de actores internacionales, busca principalmente garantizar la entrada de ayuda humanitaria y permitir la evacuación de civiles en áreas impactadas por los recientes ataques.
Fuentes diplomáticas señalaron que, aunque la tregua es breve, representa una oportunidad clave para retomar conversaciones que habían sido suspendidas en medio del conflicto. “Este cese de hostilidades, aunque provisional, es una señal de que aún es posible encontrar soluciones políticas”, manifestó un portavoz internacional.
Sin embargo, la comunidad internacional permanece en alerta, ya que las tensiones históricas entre ambos países hacen incierto el cumplimiento sostenido del acuerdo.
Analistas advierten que, si no se logra avanzar hacia una solución de fondo, el conflicto podría reactivarse con mayor intensidad una vez finalice el plazo de la tregua.
