Un joven de tan solo 20 años de edad, barranquillero, un costeño de cepa que sentía el amor por portar el pixelado del Ejército Nacional, lo hicieron presentar para prestar el servicio militar y pese a que no quería, pidió hacerlo en esta zona ribereña al mar Caribe, pero sus deseos no fueron concebidos, fue llevado para el extremo del país, llegó al departamento del Caquetá, exactamente al Batallón Liborio Mejía, pese a que no quería por la distancia en que se iba a alejar de su familia lo hizo porque era lo que anhelaba, llegó a la ciudad de Florencia dónde conoció a quiénes serían sus compañeros de servicio y es ahí donde comenzó a vivir una tortura que según sus familiares, lo llevó a la muerte.
Estaba amenazado
El joven había sido agregado al Batallón Liborio Mejía, ya había sido incorporado, según lo que dice su señora madre, allí, un grupo de jóvenes al parecer procedentes de Bogotá comenzaron a montarle problema, lo estarían humillando e incluso lo amenazaron en repetidas ocasiones de muerte. Pese a que la víctima había informado a sus superiores, estos mandos del Ejército, no le pusieron cuidado y antes al contrario, lo que dicen sus seres queridos es que lo habían tratado de flojo.
Matoneo
El joven presentó varios inconvenientes hasta que una noche se acostó a dormir en el alojamiento y cuando se despertó estaba en el área de urgencias de un centro asistencial, ese muchacho en medio de la angustia que tenía por su vida llamó en reiteradas ocasiones su familiares, les escribía por WhatsApp Para que hicieran algo y que fuera posible el cambio de Batallón o porque no, ser trasladado a otro departamento dónde pudiera estar tranquilo.

