Un profundo sentimiento de dolor e indignación embarga a la comunidad de Túquerres y al gremio transportador del país, tras el asesinato de dos camioneros nariñenses identificados como William y Eduar Benavides en la ciudad de Cali, Valle del Cauca. En el mismo hecho, ocurrido en circunstancias que aún son materia de investigación, resultó herido con impactos de bala Carlos Benavides Tello, quien actualmente se encuentra fuera de peligro.
Los cuerpos de los occisos fueron trasladados en los últimos días a su tierra natal Túquerres, donde fueron recibidos en medio del llanto y el clamor de familiares, amigos y colegas del sector transportador. Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, y tanto en redes sociales como en declaraciones públicas, líderes del gremio camionero exigieron respuestas a las autoridades.
Hasta el momento, las autoridades del Valle del Cauca no han entregado información oficial sobre los posibles móviles del crimen ni sobre los responsables. Sin embargo, se confirmó que las investigaciones continúan activas, bajo la dirección de las autoridades judiciales.
Desde diferentes regiones del país, transportadores han manifestado su preocupación por el aumento de la violencia que afecta a su gremio. Según datos preliminares de asociaciones de conductores, en lo corrido del año se han registrado varios ataques contra camioneros, especialmente en zonas de alta conflictividad y corredores estratégicos de movilidad.
Mientras tanto, el gremio sigue atento al desarrollo del caso y no descarta la organización de movilizaciones pacíficas o caravanas en honor a William y Eduar Benavides, con el objetivo de visibilizar la difícil situación que enfrentan los transportadores en Colombia. Es de recordar que para el día de ayer había programado un paro de camioneros en la región nariñense quienes como un acto de solidaridad tomaron la decisión de posponerlo.
Según versiones extraoficiales las víctimas fueron interceptadas por sujetos desconocidos quienes abrieron fuego en su contra y como consecuencia de la gravedad de sus heridas murieron en el lugar de los hechos por lo cual fue necesaria la presencia de las autoridades competentes quienes llegaron hasta el lugar del ataque para realizar los actos urgentes, como la inspección de la zona y el levantamiento de los cuerpos sin vida los cuales fueron trasladados a las instalaciones de la morgue en un centro asistencial donde se estableció su plena identidad y se determinó que se trataba de dos nariñenses.
