Un grupo de académicos, médicos, artesanos y ciudadanos comprometidos con la defensa del patrimonio y la salud pública conformaron el colectivo “Carnaval sin talco”, una iniciativa que desde enero de este año ha impulsado una investigación sin precedentes sobre el uso del falso talco durante el Carnaval de Negros y Blancos.
Preocupados por sus posibles afectaciones a la salud y al medio ambiente, el colectivo gestionó ante la Universidad Industrial de Santander (UIS) el análisis de dos muestras del producto usado en las celebraciones. Los resultados fueron alarmantes: ninguna contenía talco verdadero. En su lugar, se hallaron sílice cristalina (cuarzo), caolinita, calcita, moscovita y otros residuos industriales utilizados en cerámica, cemento y plásticos. La sílice cristalina, según la OMS, es un agente cancerígeno tipo 1, de máxima peligrosidad por exposición prolongada.
Los estudios del Instituto Departamental de Salud, citados por la médica Paula Guerrero y el epidemiólogo René Ordóñez Osejo, muestran incrementos de infecciones respiratorias agudas durante los días del carnaval, con descensos notables en 2018, cuando se restringió el uso del producto.
“Carnaval sin talco” plantea que el verdadero espíritu del patrimonio no reside en el polvo, sino en el juego limpio, la alegría y el respeto colectivo. Su trabajo es hoy una voz de conciencia y responsabilidad cultural para preservar la esencia del carnaval y la salud de sus participantes.




