La comunidad garzoneña ha venido manifestando desde hace algún tiempo su preocupación ante las agresiones a los residentes por parte de habitantes de calle, que se indignan cada vez que se les pide que se retiren de algún lugar.
Lo amenazó
El párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario Miguel Oñate Carvajal denunció que un indigente que se encontraba en uno de los balcones de la casa cural, al parecer intentando ingresar para hurtar elementos de valor. Al ser increpado por encontrarse en ese lugar, se abalanzó sobre el sacerdote presuntamente con un arma blanca tipo navaja para herirlo, pero por fortuna hubo una reacción oportuna por parte de los vecinos del sector, quienes de inmediato acudieron a las autoridades para denunciar este hecho.
Las medidas
Minutos después llegó el personal de la policía nacional para detener este lamentable suceso y trasladar al agresor hacia el comando en donde adelantarán las respectivas investigaciones para determinar su responsabilidad.
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Antecedentes
Según versiones extraoficiales, feligreses y el mismo clero han sido víctimas de delincuentes y mendigos que han extraído diferentes elementos de la iglesia como copones, las alcancías que manejan las limosnas y hasta las hostias para dar la comunión.
“Los ladrones ya no respetan nada, del cementerio se han robado las piezas en cobre de los nombres de los difuntos, acá en la iglesia que día se llevaron una plata y una túnica del padre. Como la parroquia siempre está abierta a los fieles, ahí es donde aprovechan”, afirmó un residente de Garzón.
Aunque por fortuna el religioso no resultó afectado, el temor de que vuelva a suceder un evento similar persiste. El llamado es para las autoridades para que hagan mas presencia en este sector ya que siempre ha sido uno de los puntos neurálgicos de la delincuencia.
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Pie de foto: Padre Miguel Oñate Carvajal, afectado.




