El Gobierno colombiano concretó esta semana la operación más ambiciosa de reestructuración de deuda interna hasta la fecha: 43,4 billones de pesos en TES (títulos de deuda pública interna) fueron intercambiados por nuevos instrumentos con vencimientos más prolongados.
La estrategia busca aliviar la carga de los pagos por intereses en el corto plazo. Según fuentes oficiales, la operación generará un ahorro estimado de 1,7 billones de pesos en 2025.
Las condiciones de la operación incluyeron aceptar TES con vencimientos entre 2025 y 2050 a cambio de nuevos títulos que vencen entre 2029 y 2058, lo que desplaza obligaciones a plazos más largos.
En la práctica, esta operación refleja la tensión estructural que enfrenta Colombia: la necesidad de financiar desarrollo e inversión con desafíos de sostenibilidad fiscal ante choques externos.
