El Inter de Miami vivió una noche amarga al caer 4-1 en su visita al Orlando City, en un partido donde el colombiano Luis Fernando Muriel fue una de las grandes figuras y desató la pesadilla de la defensa rosada. El equipo dirigido por Gerardo “Tata” Martino no logró encontrar soluciones para frenar la ofensiva local, que fue demoledora desde el primer tiempo.
Miami, que venía con buenas sensaciones tras su última presentación, comenzó el encuentro con la intención de presionar alto y cortar el circuito creativo rival. Sin embargo, las imprecisiones en el manejo del balón y la falta de coordinación en la última línea le abrieron la puerta a Orlando para golpear con contundencia.
Luis Fernando Muriel se convirtió en el principal dolor de cabeza para el conjunto visitante. Con su movilidad, visión de juego y capacidad para generar espacios, participó en varias acciones de peligro y fue clave para que Orlando encontrara rápidamente el camino al gol.
A pesar de los intentos de reacción, Inter de Miami nunca logró asentarse en el partido. Las conexiones ofensivas lucieron intermitentes y el bloque defensivo no pudo contener la intensidad del ataque rival, lo que se reflejó en el marcador abultado.
La derrota no solo significa un tropiezo importante en las aspiraciones de Miami dentro de la MLS, sino que también deja en evidencia la necesidad de ajustar la estrategia para enfrentar a rivales directos. Orlando, con Muriel como figura, aprovechó cada error para transformar el partido en una demostración de poder.
El vestuario de Miami se retiró con gestos de frustración, conscientes de que deberán pasar la página rápidamente. Los próximos compromisos serán cruciales para recomponer la confianza y evitar que este tipo de goleadas impacten en la moral del equipo.




