Fue una ocasión especial, un escenario pintoresco, casi como si estuviera escrito por el destino, y el desenlace de la historia fue exactamente como se había imaginado.
Inter de Milán derrotó a AC Milan por 1-2 en el célebre derbi, asegurándose así el título de la Serie A con cinco jornadas de antelación.
Acerbi abrió el marcador temprano, a los 18 minutos, y Thuram amplió la ventaja a los 49, aunque hacia el final el equipo rival logró reaccionar y Tomori descontó a los 80 minutos, agregando un toque de drama al desenlace.
Hubo entradas de todas las intensidades, las faltas se sucedieron con segundos de diferencia, Theo Hernández y Dumfries llegaron a los golpes y fueron expulsados, y en los minutos finales incluso el portero del Milan se aventuró al área rival en busca del empate que al menos habría retrasado el título para su equipo, mientras la tribuna ardía en emociones. Y finalmente, casi 100 minutos después, sonó el pitido final.
¡Inter, campeón! Dominó de principio a fin, sumando 86 puntos, 17 más que su más cercano rival. Los jugadores celebraron entre lágrimas una coronación anticipada, merecida y luchada, pero sobre todo, soñada. Felicitaciones al mejor de Italia, felicitaciones a Juan Guillermo Cuadrado, quien comenzó como suplente y ahora es nuevamente campeón del Calcio.
