En un incidente ocurrido en el barrio Hacaritama de Villavicencio la noche del 15 de enero, un presunto ladrón de 23 años, identificado como Julián Rojas, fue atrapado por la comunidad después de intentar asaltar a una mujer en plena vía pública.
Según testigos, la mujer afectada logró pedir auxilio y rápidamente los vecinos del sector respondieron a sus gritos de ayuda. Un grupo de personas logró detener al presunto ladrón y comenzaron a golpearlo fuertemente como respuesta a su intento de hurto. La violencia fue tal que el joven quedó incapacitado para levantarse por sí mismo.
Las autoridades, alertadas por la situación, llegaron al lugar después de un lapso y lograron separar al presunto delincuente de la multitud. Intentaron llevarlo de pie, pero debido a las lesiones sufridas durante la golpiza, Julián no pudo mantenerse en posición vertical.
Dada la flagrancia en la que fue capturado, el presunto ladrón fue entregado a las autoridades competentes y quedó bajo la jurisdicción de la Fiscalía. Se espera que Rojas enfrente cargos por tentativa de hurto.
Este incidente resalta la rápida reacción de la comunidad ante situaciones de emergencia, pero también suscita preocupaciones sobre la aplicación de la justicia por mano propia. Las autoridades instan a los ciudadanos a no hacer justicia por cuenta propia y a confiar en los procedimientos legales establecidos para garantizar un proceso justo y equitativo.
“No estoy de acuerdo con lo que hizo ese joven, pero lo que debe hacer la Policía es llamar una ambulancia y prestar los primeros auxilios, hay que ver que tenemos hijos, hermanos, familia, no estamos exentos de una situación así ojalá el joven coja escarmiento”, comentó un ciudadano.
“Esta es la triste realidad en este mundo, desgraciadamente este es el pan de cada día, hay que armarnos de valor para defendernos y ayudarnos entre nosotros porque no existe ley para estas ‘ratas’, salen a hacer de las suyas, da lástima maltratarlos, pero no hay de otra”, manifestó un habitante de la capital.
El caso de Julián Rojas pondrá a prueba el sistema judicial, que deberá determinar las responsabilidades tanto del presunto ladrón como de aquellos que participaron en la golpiza. Mientras tanto, la comunidad de Hacaritama reflexiona sobre la importancia de la colaboración con las autoridades para mantener la seguridad en el barrio.


