El Instituto Departamental de Salud de Nariño, IDSN, hace un llamado a los 64 alcaldes del departamento para implementar acciones contundentes que eviten las lesiones por pólvora pirotécnica durante todo el 2025.
Balance
Tras el cierre de la temporada de Vigilancia Epidemiológica Intensificada de Lesiones por Pólvora, los reportes indicaron que 107 personas resultaron afectadas por quemaduras, lo que posiciona a Nariño como el tercer departamento con más casos en el país.
A pesar de una reducción del 28% en accidentes en comparación con 2023 (42 casos menos), las cifras en municipios como Barbacoas y Samaniego evidenciaron aumentos alarmantes del 700% y 300%, respectivamente.
El subdirector de Salud Pública del IDSN, Óscar Fernando Cerón Ortega, resaltó la importancia de priorizar estrategias preventivas no solo en diciembre, sino también durante el resto del año, con énfasis en festividades locales.
Liderazgo
«Es fundamental que las alcaldías lideren campañas de concientización y control para evitar el uso de pólvora, especialmente en celebraciones patronales», afirmó el funcionario instando a las autoridades municipales a enfrentar dicha situación.
Entre 2024 y 2025, 17 menores de edad resultaron quemados, 41 casos estuvieron vinculados al consumo de alcohol y 17 personas sufrieron amputaciones, preocupantes resultados que deben ser corregidos.
Frente a esta problemática, el IDSN relanzará la campaña «Mejor sin pólvora 2025» a partir de marzo, invitando a todas las entidades públicas y privadas, así como a la ciudadanía, a sumar esfuerzos para prevenir estos incidentes.
Compromiso
Reducir a cero los lesionados por pólvora es un compromiso conjunto. El IDSN reafirma su disposición para apoyar y acompañar estas acciones en cada municipio de Nariño, de la mano de las autoridades locales.
De igual manera se recalca la importancia de que las autoridades prioricen las campañas de prevención y sensibilización en el territorio, con el fin de reducir de manera significativa los resultados presentados.
Si bien mencionaron que hay una reducción respecto al año anterior, se requiere dar continuidad a estas acciones para proteger la vida e integridad de niños, jóvenes y adultos sobre los riesgos asociados al uso de la pólvora.




