Mauricio Eduardo Sánchez-Johnson, se declaró culpable esta semana en California de matar a una adolescente de 16 años y a sus padres, luego de que los adultos los descubrieran en actos íntimos en la cama. Las víctimas fueron identificadas como: Nikki Metcalf, Margarett Moon (ambos de 40), y la hija de estos, Shelly Autumn Mae Moon. El incidente se registró en la vivienda familiar en Bear River Band de Rohnerville Rancheria Reservation, California, Estados Unidos.
El muchacho ingresó a la vivienda con la ayuda de varios menores residentes en el lugar, cuando la mayoría de los habitantes ya estaban dormidos, el padre entró a la vivienda de su hija y los encontró a ambos en la cama. Metcalf golpeó a Sánchez-Johnson, quien salió corriendo del cuarto pantalones abajo. Una vez en la sala, Johnson sacó una pistola de su bolsillo y le disparó al hombre. La madre, que se despertó tras escuchar el disparo, también fue baleada por el chico cuando se aproximó a la sala.
Finalmente, Johnson le disparó a la menor porque no quería que quedaran testigos de los hechos. Tras declararse culpable de tres cargos de asesinato en primer grado, Johnson se enfrenta a una sentencia de 150 años a cadena perpetua en prisión.



