Una historia tan insólita como conmovedora ha dado la vuelta al mundo en los últimos días. Un joven de 18 años fue asesinado en Estados Unidos y su familia decidió despedirlo de una forma poco convencional. Murió y lo velaron jugando videojuegos, recreando una escena que reflejara lo que más amaba en vida.
Un velorio personalizado que sorprendió al mundo
Renard Matthews, adolescente de 18 años, fue víctima de un intento de robo mientras caminaba por las calles de Nueva Orleans, Luisiana. Un delincuente intentó arrebatarle su teléfono celular, y al resistirse, fue asesinado de un disparo. La tragedia conmocionó a su comunidad.
En lugar de un velorio tradicional, sus seres queridos optaron por celebrar su vida recreando su rutina favorita: jugar videojuegos. El joven fue embalsamado y colocado en una sala con todos los elementos que lo representaban. Sentado en una silla gamer, con un control en sus manos y frente a un televisor encendido, Renard fue despedido por amigos y familiares de una manera tan impactante como íntima.
Una tradición en evolución en Nueva Orleans
Aunque el caso causó asombro internacional, este tipo de velorios no es nuevo en Nueva Orleans. Según reporta el medio británico The Sun, desde 2012 una funeraria local ha ofrecido este tipo de servicios personalizados. Todo comenzó con la muerte de un reconocido músico de jazz, cuyo funeral se convirtió en un evento donde fue presentado tocando su instrumento.
Desde entonces, varias familias han optado por embalsamar a sus seres queridos en poses que los representen, como una manera de mantener viva su memoria y celebrar su paso por la vida desde lo que más los identificaba.
Una forma diferente de despedirse
La despedida de Renard ha generado tanto críticas como muestras de apoyo. Para muchos, este tipo de ritual honra la individualidad y da un mensaje poderoso sobre cómo recordar a quienes se van desde lo que los hacía felices. Otros, sin embargo, consideran que es una práctica demasiado gráfica o perturbadora.
Más allá del debate, la historia de Renard refleja cómo las expresiones de duelo evolucionan y se adaptan a nuevas formas culturales y familiares. En este caso, su amor por los videojuegos fue el centro de una despedida inolvidable.




