INICIÓ LA PURGA

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Aranda pidió la renuncia de casi 10 funcionarios ligados a Hurtado, empezando en el SETP y el IBAL.

Se agudiza la fractura política entre la alcaldesa Johana Aranda y el exalcalde Andrés Hurtado. En las últimas horas, la mandataria pidió las renuncias protocolarias a un nuevo grupo de funcionarios muy cercanos al antiguo jefe político, confirmando así una segunda barrida en su gobierno.

Apenas hace unos días Hurtado había confesado públicamente que temía por el futuro de sus cuotas políticas. Hoy, esos temores se volvieron realidad. Entre las salidas ya confirmadas están María Isabel Peña, secretaria de Educación Municipal; Aquileo Medina, gerente del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP); y Magda Herrera, secretaria General del IBAL. También dejan sus cargos Diana Patricia Buenaventura, asesora de Planeación; Andrés Felipe Barragán, director administrativo del SETP; Jorge Iván Vásquez, director financiero del SETP; y Claudia Gisela Rengifo, directora administrativa y financiera del IBAL.

Tensión

A estos nombres se suman otros que aún no han sido confirmados, pero que estarían en la mira de la alcaldesa. Figuras como Iván Quesada, secretario General de la Alcaldía; Leandro Vera, secretario de Desarrollo Social Comunitario; y Erika Palma, gerente del IBAL, podrían estar a punto de ser relevadas.

De concretarse estos movimientos, Aranda terminaría de romper vínculos con Hurtado, quien hasta hace poco mantenía una notable influencia en su administración. La ruptura comenzó en abril, cuando Aranda dejó de responderle el teléfono a su exjefe político. Desde entonces, las decisiones han ido marcando distancia.

Castigo

Uno de los motivos de esta barrida, según versiones internas, sería el malestar de la alcaldesa por la falta de respaldo de su gabinete cuando Hurtado, en un acto público, habría insinuado que Aranda era una “tonta”. Aunque luego se retractó, la frase quedó resonando.

Sumado a eso, se habla de un supuesto plan de su esposo, Juan Arturo Gutiérrez, para alejarla del ‘hurtadismo’ y posicionarla como líder autónoma. Si este segundo remezón se concreta por completo, Hurtado quedaría sin fichas claves y su estructura política en Ibagué quedaría debilitada.


Compartir en