Según una encuesta de Reuters realizada entre 21 analistas económicos, la inflación mensual en Colombia para septiembre de 2025 se estima en 0,23 %, una cifra cercana al 0,24 % reportado en el mismo mes del año anterior.
Este resultado sugeriría una estabilidad en el ritmo inflacionario frente a agosto (0,19 %) y frente a septiembre de 2024 (0,24 %). No obstante, detrás de esta aparente tranquilidad mensual hay factores de presión que renacen y alimentan expectativas más altas para el cierre de este año y el próximo.
¿Qué factores estarían impulsando esta inflación?
Los analistas entrevistados por Reuters señalaron que el alza de precios estará liderada por:
- Arriendos de vivienda y servicios públicos: ajustes en tarifas de gas, agua, electricidad u otros servicios regulados serían determinantes en la subida mensual.
- Alimentos: aunque se espera que el ritmo no sea explosivo, los alimentos siguen siendo un componente clave en la canasta de consumo.
- Educación y servicios hoteleros/ restauranteros: estos rubros también aportarían al incremento, dada su sensibilidad a costos operativos y ajustes regulados.
Una analista de Scotiabank para Colombia, Jackeline Piraján, advirtió que “se anticipa un rebote en el precio de los servicios públicos, especialmente el gas, mientras que la energía eléctrica podría interrumpir su racha de retrocesos”.
¿Qué implicaciones anuales?
Si se cumple la estimación de 0,23 % mensual para septiembre, la inflación acumulada en los últimos 12 meses se ubicaría en 5,10 %. Esta cifra prácticamente empatada con la registrada hasta agosto indicaría una suerte de estancamiento del proceso de desinflación.
Pero más importante aún, la encuesta revela que las expectativas para todo el año 2025 han sido revisadas al alza: se proyecta una inflación promedio de 5,03 %, frente al 4,95 % estimado anteriormente. Del mismo modo, para 2026 se espera un 4,05 % (anteriormente 3,99 %).
Esto implica que las autoridades monetarias y los mercados perciben que las presiones inflacionarias podrían mantenerse por más tiempo de lo anticipado.
¿Qué papel juega el Banco de la República y la política monetaria?
Desde abril de 2025, el Banco de la República ha mantenido la tasa de interés de política en 9,25 % como medida para contener la inflación persistente.
Este nivel es considerado restrictivo, y aunque existe expectación sobre posibles rebajas, la encuesta sugiere que la autoridad monetaria probablemente mantendrá la tasa sin cambios en su próxima decisión.
El dilema es claro: por un lado, el crecimiento económico muestra signos de recuperación; por otro, una reducción prematura de la tasa podría reactivar la inflación. Un punto adicional de tensión es la negociación del salario mínimo para 2026, pues un incremento muy alto podría reimpulsar las alzas generales de precios.
Riesgos y escenarios futuros
- Efectos base estadísticos: en 2024 los meses de septiembre y octubre tuvieron inflaciones bajas, lo que puede hacer que cualquier incremento moderado este año se traduzca en saltos anuales visibles.
- Presión en servicios no regulados: los servicios que no están regulados podrían seguir subiendo más rápido si la demanda se recupera.
- Riesgos externos: fluctuaciones en precios internacionales de alimentos o energía, cambios bruscos en el dólar, o choques externos podrían exacerbar la inflación interna.
- Restricciones fiscales: déficits elevados, financiamiento adicional o ajustes presupuestales agresivos podrían generar presiones adicionales sobre precios.
- Credibilidad monetaria: si el Banco de la República baja tasas antes de que la inflación esté claramente bajo control, podría perder confianza del mercado.
Conclusión
La estimación de 0,23 % para la inflación de septiembre sugiere estabilidad a corto plazo, pero las expectativas al alza para 2025 y 2026 muestran que los analistas no confían en una rápida convergencia hacia la meta del 3 %. La contención de precios dependerá de decisiones prudentes en política monetaria, disciplina fiscal y manejo de factores externos e internos de presión inflacionaria.