Una grave denuncia de presunta negligencia médica sacude a la EPS Sanitas y a la farmacia Cruz Verde, luego de que una ibaguereña asegurara que los medicamentos para su madre, diagnosticada con cáncer, llegaron cuando ya había fallecido.
Amparo Trujillo Villegas, quien durante 31 años trabajó en la Cámara de Comercio de Ibagué, fue diagnosticada con cáncer de hígado y páncreas el pasado 17 de enero. Según su hija, Diana María Castillo, la atención que recibió fue deficiente desde el primer momento. “Llevaba años pidiendo ayuda y nunca recibió respuesta por parte de la EPS Sanitas. Durante el tratamiento hubo una serie de irregularidades, no recibía sus tratamientos a tiempo, ella tenía un dolor insoportable y nos negaban los medicamentos”, denunció.
La situación llegó a un punto crítico cuando, cinco días antes del fallecimiento de Trujillo, las órdenes para un cuidador fueron aprobadas, pese a que la paciente ya se encontraba en estado terminal. La familia afirma que incluso el medicamento que podía aliviar su dolor llegó cuando ya habían cremado su cuerpo.
“Mi mamá necesitaba un medicamento para aliviar el dolor y fueron a mi casa cuando yo ya tenía las cenizas. Es inaceptable la forma como tratan a los pacientes”, agregó su hija con indignación.




